Los temas abordados son la tecnología, los lugares de encuentro, las drogas, la relación del cuerpo con la música, el género, la sexualidad y el placer. Y la intención es explicar por qué la cultura oficial ha desplegado una oposición tan enconada a la música entendida como fuente de placer sensorial, por que políticos y medios de comunicación muestran tanta reticencia ante este fonómeno cultura.