DEL Ojo A LA Oreja // ref. ARCHI 2006


Beethoven, considerado un adelantado de su tiempo por la forma tan revolucionaria de componer, era reconocido en su época por ser la vanguardia del momento. Hoy en día también “somos capaces de poner la sensibilidad y los niveles de percepción y juicio a tono con el tiempo que estamos viviendo. Se hace en la pintura, la literatura, ¿por qué en la música no?

“Recordemos que para llegar al romanticismo, barroco, etc., tuvo que haber un momento de ruptura que integró nuevos elementos a los esquemas musicales preestablecidos y tuvieron que ser aceptados por el público. Lo mismo sucede actualmente con la ventaja de que, por ejemplo, cuando se derrumbó el sistema tonal, el universo musical se abrió a toda experiencia”.

“El público no es un bebé que depende de que se le alimente, es un ente activo, en movimiento, así que si se le dan las herramientas se convertirá en un público en verdad conocedor. Es como enseñarle que está adentro de un bosque que existe donde están las obras, la sensibilidad de estos tiempos difíciles plasmada en música; es darse cuenta de la magnitud de ese bosque lleno de bichos raros”.